Una tarde lluviosa en Pasto, sin nada que hacer, abrí una app de juegos y alguien mencionó
juego plinko. Me pareció gracioso el nombre, pero el juego terminó siendo más entretenido de lo que esperaba. Lo más gracioso es que la primera vez que jugué me fue tan mal que casi lo borro. Pero insistí, y la segunda vez recuperé todo y salí en positivo. Así es esto, a veces solo hay que insistir un poco.